martes, 2 de septiembre de 2008

Crece el negocio de la droga en Latinoamèrica.

Cada vez se lava más dinero del narcotràfico, y temen que se extienda el consumo de la HEROÍNA, que es una droga muy peligrosa.

El universo del narcotràfico se sigue expandiendo y se estira hacia el sur. La producción se està globalizando, una droga está comenzando a expandirse: la heroína, y amenaza con penetrar en países vírgenes. Los grandes distribuidores se asocian con empresarios y apuntan hacia Latinoamèrica para blanquear fortunas. La globalizaciòn del gran negocio de la droga abarca desde la producción hasta el blanqueo de sus ganancias, que oscilan desde los 500.000 hasta los 700.000 millones de dólares anuales, casi un 9% de la actividad comercial mundial.
Colombia, Perú, Bolivia y especialmente Mèxico, son los países donde se gesta el narcotràfico del continente americano. Pero la Argentina, no solo ya no es ajena a la etapa inicial de la red de droga, sino que ocupa un papel clave: es el principal productor de América Latina de los químicos necesarios para la elaboración de las drogas. Pero lo que ha modificado realmente el panorama de nuestro continente, es la incursión de los colombianos en la plantación de amapolas.
Si los países le dan una importancia diferente a la heroína, muy por encima del resto de las drogas, se debe a que tiene el poder de generar una dependencia casi irreversible, capaz de matar si no se digiere, y que podría obligar a los gobiernos a abastecer a los adictos.
Otra grave amenaza es la de la última etapa del narcotràfico: el lavado de dinero. Éste último, es la cantidad dinero que se recauda por la venta de droga, y es tan millonario, que su brusca desaparición provocarìa, en algunos países, un cataclismo económico.
En el caso de Mèxico, el último jefe de Juàrez, Amado Carrillo Fuentes (al que se da por muerto desde abril) estaba considerado un hombre dedicado a la distribución de la cocaína que recibía de Colombia y colocaba en Estados Unidos. Se hacía llamar ''el Señor de los Cielos'', y se dice que manejaba 200 millones de dólares en cocaína por semana y que paseó por toda América Latina buscando grietas donde legalizar su fortuna.
El blanqueo del dinero recaudado por la venta de droga sería de casi 300.000 millones de dólares anuales. Sin embargo, las crecientes trabas al lavado de dinero impuestas por los tradicionales paraísos bancarios, como Aruba o Suiza, obligan a los narcotraficantes a buscar nuevos mercados.

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